En principio podríamos decir que es necesario hablar para comunicarnos, pero en el caso de las mascotas no es así, tan solo basta con observar cómo se comporta o cuál es la postura de nuestro gato o perro para averiguar qué le ocurre.
Hablemos de los gatos.
Para entender a nuestro gato debemos prestar atención a su postura, movimientos y señales vocales como ronroneo, maullidos o bufidos.
La cola de los gatos nos indica su estado de ánimo.
La cabeza hacia abajo nos muestra un gato con miedo, sumiso e, incluso, enfadado. Con ella alta, tenemos ante nosotros a un animal con confianza y relajado.
Las orejas también nos pueden alertar del estado de nuestro felino, ya que son muy expresivas.
Maullido: intenta conseguir nuestra atención.
Ronroneo: el más habitual es para expresar felicidad y tranquilidad.
Gruñido: respeta su espacio porque estará enojado o estresado y es mejor dejarlo tranquilo.
Murmullo: lo utilizan para expresar agradecimiento y satisfacción.
¿Cómo se comunican los perros?
Estas son las seis posturas más comunes de los perros:
Erguido: quiere decir que se encuentra seguro y relajado.
Reverencia: quiere decir que tu perro se encuentra muy contento y quiere jugar.
Vueltas sobre sí mismos: es un gesto que invita al juego, si ese gesto lo hace de forma inmóvil, puede indicar sumisión.
Caminar sin rumbo: significa que está aburrido o estresado.
Inmóvil: es porque percibe una amenaza y no se siente seguro.
Piloerección: el pelo erizado puede indicar excitación, amenaza e incluso juego según que contexto.